Gustavo R. Gallardo / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La Oficina en México del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación por las “detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza” que elementos policiales aplicaron contra manifestantes y periodistas durante la marcha del 8M en Morelia.
Alrededor de las ocho de la noche, durante la marcha del 8 de marzo, los uniformados que se apostaron detrás de las vallas metálicas que el gobierno michoacano mandó colocar para proteger el Palacio de Gobierno de pintas, lanzaron gas lacrimógeno y dispararon balas de goma contra los manifestantes.
En varios videos grabados y publicados en redes sociales por los asistentes se observa que incluso varios elementos salieron a las calles con rifle en mano y dispararon balas de goma contra marchantes, así como varias detenciones con violencia (en uno de los videos una policía golpea con su tolete a una manifestante que se resistió al arresto).
En un comunicado de prensa, la Policía de Morelia reveló que se detuvo a 25 personas, afirmando que se tratan “únicamente de hombres infiltrados y personas que desvirtuaron las movilizaciones” y que no usó gas lacrimógeno en sus labores.
La ONU-DH precisa que el Estado tiene “la obligación de tomar medidas antes, durante y después de las protestas” con el fin de “reducir al mínimo la posibilidad de violaciones a derechos humanos, incluyendo por uso de la fuerza”.
Asimismo, llamó a las autoridades a investigar los hechos y transparentar la actuación de las fuerzas de seguridad, “adoptar medidas de no repetición y asegurar una reparación integral de las víctimas”, así como a continuar atendiendo las demandas de fondo de las protestas del #8M en Michoacán y en el país.
“Dicha atención es un aspecto fundamental del derecho a la protesta social”, subraya.