Por Oscar Carbajal
Hace nueve años exactamente rendían protesta las nuevas consejeras y los nuevos consejeros del INE, presididos por Lorenzo Córdova y al día de hoy me he quedado con algo muy claro, la democracia siempre será un tema controversial en este país. Desde 2014 cuando entró en vigor la nueva reforma electoral de ese momento, existió una latente necesidad por cuestionar el modelo que se implementaba, derivado que esto fue durante el gobierno de Peña Nieto y este 4 de abril, podemos decir que es el primer día en el que no está en la mesa del consejo general, una de las consejerías que vigiló el cumplimiento de las nuevas leyes electorales durante nueve años.
Pero cuestionar no es un hecho que sea incorrecto, cuestionar es parte de la democracia, de la interacción qué hay entre ciudadanía y estado, todo bajo un ambiente que nos ayuda a entender que la comunicación e información son poderes que deben permanecer vigentes en todo momento. Estamos en presencia de una nueva era en la que se debe hacer valer más que nunca el compromiso por defender la democracia y que esta sea efectiva.
En esta nueva era, debemos entender qué hay algo que no debemos dejar pasar y es nuestra obligación como ciudadanía, independientemente de las personas que se encuentren en los cargos públicos, tenemos derechos y obligaciones, una de estas, es participar en los ejercicios democráticos de toma de decisiones de nuestro país.
No cabe duda que el contexto que vive la nueva era del INE es muy diferente a lo que se tuvo en 2014, ya que en ese momento se estaba en la puerta de un proceso electoral, sí, pero no igual de grande al que se avecina para el 2024, con elección Presidencial incluida, la cual será la prueba de fuego más grande que se pueda recordar en la época moderna de nuestro país para los órganos electorales. La ruta de aprendizaje para las nuevas cuatro consejerías debe ser exprés, a pesar de que cuentan con experiencia electoral, no es lo mismo ver los toros desde la barrera en una plaza como la Monumental de Morelia, a estar en el ruedo de una como la México.
Pero, retomando el tema e ciudadanía, es momento de que cada una de las personas que contamos con credencial para votar, comencemos a tomar la rienda que nos toca del rumbo de nuestro país. Sé que existen factores que han motivado a que no se confíe en la democracia, llámese corrupción, economía, información o las personas que se encuentran en los cargos de poder. Pero sin duda, algo que nosotros aún tenemos y eso, no se puede quitar, es que las y los mexicanos somos la columna vertebral de la democracia en el país.
¿A que me refiero? Que como ciudadanía podemos involucrarnos más en la toma de decisiones para nuestro país, somos quienes vigilan las elecciones y somos quienes podemos ser electos también. La ciudadanía es el A y el B del modelo de democracia en el país. Rumbo al 2024, debemos ser conscientes de la oportunidad que se nos da para demostrar que el sistema democrático funciona, y se puede hacer desde diferentes trincheras.
Desde aquella persona que sale insaculada para formar parte de la mesa directiva de casilla y cumple con su obligación, hasta la persona que acude como representante de alguna candidatura y vigila el correcto cumplimiento de la elección. Podemos ser agentes del cambio si tomamos lo que nos corresponde al vigilar que tanto órganos electorales, como partidos políticos cumplan con sus obligaciones administrativas y fiscales, las cuales podemos estar revisando en todo momento por medio de la cultura de rendición de cuentas y transparencia.
Como ciudadanía, no podemos desperdiciar la oportunidad que tenemos de elegir libremente y de manera directa a quienes nos representan, cosa que en otros países debido al modelo democrático que tienen, no sucede. En México, está permitido velar por la ideología que cada quien crea mejor, pero esto no puede convertirse en un motivo por el cual se menosprecie a las autoridades y su manera de trabajar. Lo dije hace uno días y lo reitero aquí “La democracia nunca será ajena para mi, en estos momentos el luchar y defenderla es una labor que se debe hacer día a día, sin importar colores e ideología, es una obligación como ciudadano”.
Por esto y a raíz del inicio de una nueva era para el INE, no le deseo el mal, porque eso sería desear que a México le vaya mal y la verdad es que no estamos para desear el que caigamos más, pero si puedo decir que confío en las instituciones y deseo que cada mexicana y mexicano lo hagan, que confíen en que tanto el INE, como el Tribunal Electoral y la Suprema Corte, velaran por el respeto a los derechos humanos, el estado de derecho y el mayor beneficio para la democracia, como lo han hecho dejando precedentes que han sido reconocidos a nivel mundial.
Mi total reconocimiento a las consejerías que dejaron el cargo, y mucha suerte a quienes lo asumieron, el país nos necesita a todos.
