Por Jaime Márquez
La marcha de ayer muestra a la oposición en su esencia, una oposición reaccionaria, sin brújula, perdida y sin propuestas.
Únicamente reaccionan a los planteamientos, los programas, los anuncios o los dichos de López Obrador.
En cinco años no han externado propuestas argumentadas o contrapropuestas, porque han estado metidos en la descalificación esteril sin fin.
Ahora no hay que perder de vista que la marcha fue organizada por actores políticos y partidos políticos, no por ciudadanos.
Los organizadores se han centrado y centraron su esfuerzo en atacar al presidente de la República y se presentan con los salvadores de la democracia.
Se juntaron los que son lo mismo, lo que participaron y aplaudieron los fraudes del 88, así como en 2012 y 2016.