Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El proceso de acreditación y certificación de los elementos de las rondas comunitarias en las comunidades indígenas servirá para evitar riesgos de que la delincuencia organizada infiltre esos cuerpos de seguridad comunitarios, aseveró el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
En conferencia de prensa, tras detallar el avance que se tiene al respecto en las comunidades que han logrado avanzar en ese sentido y luego de que se graduaran 133 elementos de la primera generación de estas rondas comunitarias, el mandatario remarcó que la acreditación y certificación es condición prioritaria para que las mismas comunidades puedan acceder a sus recursos directos.
Lo que se pretende, remarcó, es fortalecer el esquema de las rondas comunitarias, las cuales dependen de los llamados autogobiernos que están reconocidos por la misma ley, contemplando procesos de control y confianza para todos sus elementos.
“En algunos municipios dan de alta a policías que ni siquiera tienen el examen de control y confianza. Es un tema que estamos revisando y vamos a trabajar con el Fortapaz. Municipios que no tengan sus policías certificados y capacitados, no podrá recibir recursos del Fortapaz”, insistió el mandatario.
Ramírez Bedolla dijo que el fortalecimiento de estos cuerpos de seguridad no sólo se trata de equipamiento, sino que es un fortalecimiento institucional, a partir del cumplimiento de protocolos de la misma ley, para que sean elementos certificados los que brinden seguridad en sus comunidades.
Al ser cuestionado sobre los riesgos de que pudieran infiltrarse estas rondas comunitarias, el mandatario michoacano los descartó porque, dijo, “es la propia comunidad quien propone a sus integrantes, y hasta que pasan el examen, no pasan a formación ni capacitación”.
“Se está revisando todo lo de las policías municipales. No se puede establecer como policías si no se tiene el examen de control y confianza, y la capacitación y formación inicial, y encontrase en proceso de certificación, por eso ahora las reglas del Fortapaz se modificaron para tener un estado de fuerza acreditado, donde la meta final es que esté certificado”, enfatizó.
En este contexto, Humberto Urquiza Martínez, subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobierno de Michoacán, explicó que los avances con las rondas comunitarias fueron posibles a partir de la nueva Ley Orgánica Municipal que resultó de una serie de reformas aprobadas en marzo del 2021, a propuesta del entonces legislador Alfredo Ramírez Bedolla, lo que se tradujo en convenios con los autogiros que avanzaron hasta el 2021, y que culminaron en su entramado jurídico legal hasta la reforma a la Ley de Seguridad del estado que contempla o reconoce las rondas comunitarias.
Con la reforma a la Ley Orgánica Municipal en 2021, explicó, se reconocieron aspectos como el autogobierno, el presupuesto directo, la elección por usos y costumbres, y también se le transfirieron a los autogobiernos la obligación de proveer seguridad a sus comunidades.
Y con la reforma a la Ley de Seguridad Pública, en julio de 2022, se establecieron los lineamientos o condicionantes para que las comunidades originarias puedan tener sus propios cuerpos de seguridad comunales.
Al momento, han sito acreditados 133 elementos de rondas comunitarias provenientes de nueve comunidades indígenas, los cuales son: Comachuén, Sevina y Turicato, en Nahuatzen; Crescencio Morales y Donaciano Ojeda, en Zitácuaro; Pichátaro, en Tingambato; San Felipe de los Herreros, en Charapan; Santa Cruz Canaco, en Cherán; y La Cantera, en Tangamandapio.