Ya estamos en pleno proceso electoral, y aunque hubo precampañas, no se siente esa efervescencia que en otros comicios se vibraba desde el inicio. Quizá sea por apatía hacia las campañas y la política, o porque tenemos otras opciones de entretenimiento digital, o tal vez porque más allá de observar una figura política en contienda necesitamos ver un líder, alguien que nos mueva a interesarnos por el proceso.
Un líder que no se beneficie de su partido o de los ciudadanos, sino uno que esté preparado para hacer frente a la compleja tarea de gobernar un país. Que pueda resolver los problemas del presente, pero que además prepare al país para el futuro.
Hace unos días veía una encuesta que publicó un medio digital (nación 321) sobre liderazgo político en México y recordé las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos, hay una coincidencia en ambos casos, se necesita un líder no un político tradicional. Sino alguien que: reconozca y acepte que la actual sociedad está en cambio constante y por lo tanto hay diversas formas de pensar, ser y concebir el mundo, y ante ello sea capaz de adaptarse y formar parte de esta transformación.
La encuesta que realizó nación 321 se aplicó a la llamada generación millennial, y el 77 por ciento de los entrevistados se inclinan por un líder que esté preparado, aunque no les caiga bien, pero que esté preparado, nada de improvisados. Un 71 por ciento prefiere alguien abierto a nuevas ideas y cosas diferentes; a favor de los matrimonios igualitarios, que sea natural al hablar, y algo interesante, una persona que prepare al país para el futuro.
Otras generaciones, un poco mayores, hacen referencia a la frase ya enunciada “no podemos estar peor” recordando el paso de un sexenio tras otro, lo que inmediatamente los lleva a reflexionar- al menos en las pláticas que he tenido la oportunidad de escuchar- que quienes votaban tradicionalmente por el mismo partido, ahora señalan que están pensando a quien dar el voto, ansiosos de conocer el proyecto que proponen quienes aspiran a gobernar el país.
Y en el mundo digital, es feito ver al equipo de Meade mendigar por seguidores y likes a costa de lo que se tenga que invertir… mientras otros candidatos avanzan en la penetración digital.
La autora es Maestra en Derecho a la Información
Se busca líder afín al Siglo XXI | Por Viridiana López
