Por Héctor Tapia
Que el PAN, el PRD y el PRI iniciaran pláticas rumbo a este proceso electoral, en la candidatura al gobierno del estado, no significa que las políticas de alianzas hayan cambiado, cuando menos a este momento.
Cuando inició ya de manera más visible y formal el diálogo entre las tres fuerzas políticas, una serie de condiciones ya se habían planteado y estaban sobre la mesa, zanjando una serie de condicionantes para poder generar acuerdos.
Cuando menos particularmente por Acción Nacional; no hay que olvidar que el partido blanquiazul condicionó ir con el Revolucionario Institucional: 1) que no sería coalición; y, 2) sólo sería candidatura común siempre y cuando no encabezara el PRI.
Esta determinación quedó firme y clara en la política de alianzas que aprobó su Consejo Político Estatal de octubre pasado. Esta política de alianzas no ha cambiado; podría modificarse, sí, pero sigue habiendo resistencias del PAN para hacer un ajuste en ese sentido.
Las condiciones establecidas en esa política de alianzas dejó varias aspectos claros, uno de ellos es que respaldan a un perfil afín al PRD para ser postulado, y, 2, que la figura que se postule sea alguien externo o “independiente”, pero nunca que encabece el PRI.
En este contexto, por consecuencia lógica, para el escenario de ir los tres partidos juntos, quedan fuera todos los aspirantes emanados del PRI, por más que levanten la mano. Y fue en este sentido cuando Marko Cortés emitió su opinión y perfiló a Carlos Herrera para la candidatura a la gubernatura de esta alianza. No tiene partido, asevera.
Esto generó ya ruido, particularmente en los actores priístas que buscan la candidatura. Alguno ya dijo “no somos florero de nadie”. Lo cierto es que ahí están las condiciones, y esas no han cambiado, y tampoco apuntan a cambiar.
Por otro lado, y en este mismo tema, Oscar Escobar Ledesma, dirigente estatal del PAN lo remarcó ya en sus redes sociales, aludiendo al tema, “Marko Cortés tiene de sobra calidad moral y autoridad para opinar sobre quién pudiera ser el mejor perfil para Michoacán”, defendiéndolo en su postura.
Agrega: “Las limitaciones y partes de las reglas para seleccionar una o un candidato común al gobierno de Michoacán las ha aportado el Consejo Estatal de Acción Nacional el 24 de octubre, y los acuerdos nacionales los debemos de cuidar, trabajar y comunicar con las dirigencias estatales”.
“Mientas no se publiquen las reglas comunes cualquiera se puede perfilar, pero de acuerdo a las exigencias de Acción Nacional para hacer equipo con todos los partidos que quieran cuidar a Michoacán es dejar los intereses de los partidos políticos a un lado, un NO militante de ningún partido y más ciudadano que político es lo que en estos momentos esperamos”, remata en su mensaje.
A simple vista no sólo respalda la postura de Marko Cortés, sino en que por las características del perfil que esboza, Carlos Herrera es uno de los que podrían apoyar en conjunto con los otros partidos, pero, insisto, no un priísta, recordando la política de alianzas que ya aprobaron y que no han modificado ni han dejado la puerta abierta a modificar.
El mensaje de Escobar Ledesma abre otra línea de interpretación, y es que ya hay un acuerdo nacional entre los partidos, y que esta no se está comunicando a las dirigencias estatales, cuando menos en lo que respecta al PRD y al PRI, o cuando menos no lo han querido reconocer de manera pública y abierta.
Por tanto, si sigue firme esta postura de no aceptar a un perfil priista, la candidatura común está condicionada a que ni Wilfrido Lázaro, ni Adriana Hernández, ni Víctor Silva, ni Valentín Rodríguez, ni Guillermo Valencia, ni nadie más de ese partido, encabecen.
Todavía sigue siendo un misterio la postura institucional del PRI Michoacán al respecto. Pero, como dijimos en días pasados, la mesa que parecía avanzar con cierta “tersura” se mueve, todo por olvidar las condicionantes previas que se pusieron en la mesa en la política de alianzas.
