Por Héctor Tapia
Como se había anticipado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), haciendo valer su oficio político, ha marcado una posición de diálogo y construcción de acuerdos con el gobierno morenista, y esto ha confrontado a la alianza del Equipo Por Michoacán, que construyeron con el PRD y el PAN.
Esta confrontación está a punto de caer en el rompimiento cuando menos en el Congreso del Estado, donde habían anunciado una alianza legislativa para hacer contrapeso a la alianza de la llamada Cuarta Transformación, que al momento suma a Morena, al PT y al Verde Ecologista.
Yendo más allá, el PAN se quedaría solo en asumirse como franca oposición al gobierno estatal morenista que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, porque también hay indicios de que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) estaría concertando diversos temas con la actual administración estatal.
Este segundo aspecto sería gracias a la relación que tienen el coordinador parlamentario del PRD, Víctor Manríquez, y el secretario de gobierno, Carlos Torres Piña –este último fue su líder político en la expresión conocida como Alternativa Democrática Nacional (ADN) y el diálogo no está roto–.
Todo esto ha dejado al PAN, que se confió en que habría un bloque abiertamente opositor y que esto le daría más para capitalizar políticamente la coyuntura, donde este partido, incluso a nivel nacional, es el que viene construyendo a partir de la oposición a la llamada cuarta transformación.
El PRI, por otro lado, incluso desde lo nacional, ha dejado claro que no se dejará presionar ni chantajear, refiriéndose no sólo a la presidencia de la República, sino también a sus aliados como el PAN, para asumir una posición política específica, sino que por el contrario, estarían abiertos al diálogo siempre y cuando fuera acorde a sus intereses, o como ellos dijeran, “a favor de México”. Esto, claro, con la intención de crecer como alternativa política para las urnas de manera paralela a del PAN, pues han identificado que se aliarán con Morena en ciertos temas, y lo harán.
En lo local, el rompimiento entre las tres fuerzas políticas opositoras se dio a partir de que desde el gobierno estatal se viene operando que la Secretaría de Finanzas del Congreso local quede en manos del Revolucionario Institucional, y no en el PAN, que la venía ostentando en las dos últimas legislaturas y que todavía persiste en ellos.
Esto, por supuesto, fue aceptado por el PRI, porque además, para conseguirlo, tendría el respaldo de los cuartatransformacionistas, es decir, una mayoría, lo que hizo sentir lastimado al grupo parlamentario del PAN, que tiene la misma cantidad de diputados y diputadas locales en la legislatura; sin embargo, la fracción que lidera Jesús Hernández fue clara: “Pelearemos por los espacios que nos correspondan porque fuimos el segundo partido más votado en las pasadas elecciones”.
De concretarse el rompimiento entre estos tres partidos, escalaría más allá del simple reparto de posiciones y comisiones en el Congreso (cuya discusión y jaloneos al respecto se libra actualmente), y podría trastocar incluso una posible alianza electoral para el 2024. Lejos quedaron ya esos escenarios de acuerdos aliancistas.
Director General de Metapolítica.mx, reportero en Medios Radiofónicos de Michoacán y analista político en Canal 6 Media Group y Cadena Rasa.
