El gobierno talibán no había anunciado oficialmente su plan para las mujeres universitarias, pero funcionarios de educación dijeron que se les permitía asistir con la condición de que estén físicamente separadas de los hombres.
Se espera que más de tres millones de niños afganos menores de cinco años sufran desnutrición. “Para los niños desnutridos, el sarampión es una sentencia de muerte”, subrayó la portavoz de la OMS, Margaret Harris.
Varios testigos aseguran haber escuchado tres explosiones: una en la puerta principal de la mezquita, otra en el aérea sur y la tercera en el sitio donde los fieles se lavan.
Aunque la explosión no ha sido atribuida al grupo yihadista Estado Islámico, rival de los talibanes, se cree que fue así, ya que ha perpetrado actos similares.
Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del ataque, el primero de gran magnitud en la capital afgana desde agosto cuando el Estado Islámico mató a 13 marines y unos 200 civiles afganos.
Hace apenas semanas, cuando tropas de EU completaban su retirada, terroristas suicidas del EI atacaron el aeropuerto internacional de Kabul en uno de los ataques más mortíferos en Afganistán en años. La explosión mató a 169 afganos y 13 militares estadounidenses.
Poco después de la toma de poder de Kabul, Baradar había sido el primer alto funcionario talibán en plantear la posibilidad de un gobierno inclusivo, pero esas esperanzas se vieron defraudadas con la formación de un grupo de hombres y talibanes la semana pasada.
“Afganistán se enfrenta a la pobreza universal para mediados del próximo año”, dijo Kanni Wignaraja, director para Asia-Pacífico del PNUD. “Hacia allá vamos; una tasa de pobreza del 97%-98% sin importar cómo se vean estas proyecciones".