Oscar Guerrero
Morelia, Michoacán.- La administración que lidera el gobernador Silvano Aureoles Conejo le heredará a quien lo releve en el Ejecutivo estatal un déficit de 6 mil 954 millones 997 mil 543 pesos, cuya concentración se encuentra principalmente en la nómina del magisterio, donde se reporta un pendiente de 5 mil 781 millones 405 mil 434 pesos.
El gris escenario que le espera a Michoacán para 2021 fue dado a conocer por el secretario de Administración y Finanzas del Estado, Carlos Maldonado Mendoza, quien en un acercamiento con comunicadores locales, celebrado al interior de Casa de Gobierno, reconoció dos cosas: que el déficit que acompaña a la administración de Aureoles Conejo es ajeno a las reducciones presupuestales previstas para la entidad en el ejercicio fiscal del año entrante, pero también que el presupuesto deficitario partió de una instrucción directa del gobernador.
“El señor gobernador, el ingeniero Silvano Aureoles Conejo, dando las directrices y guiando la Secretaría de Finanzas como lo hizo desde el inicio, nos instruyó que presentáramos un presupuesto deficitario, es decir, con balance negativo”, enfatizó en referencia al Proyecto de Presupuesto de Egresos que la administración silvanista le hizo llegar al Congreso en días pasados, para luego precisar que, “no tiene que compaginar tu déficit con el recorte, debe ser parte de, pero no necesariamente es proporcional tu déficit como recorte, para empezar nosotros tenemos un déficit histórico”.
Del déficit superior a los 6 mil millones de pesos que habrá de asumir el próximo mandatario estatal, explicó, más de 5 mil millones se concentran en la nómina educativa; mientras que el resto, mil 173 millones 592 mil 109 pesos, corresponden a gastos sin fuente de financiamiento, es decir, a gastos de materiales y suministros en las diferentes áreas que componen a la administración pública estatal.
El panorama financiero para Michoacán no es para nada alentador, o al menos así lo dejó entrever el encargado de las finanzas estatales, quien, una y otra vez, justificó que las complicaciones económicas en que se encuentra el estado responderían a la caída del 9.8 por ciento que sufrió el Producto Interno Bruto (PIB) del país, así como a reducciones en recaudación y a una “deficiente” distribución de los recursos que son destinados a los estados y municipios.
Sin embargo, en entrevista con Metapolítica, confesó que el déficit con que se cerró en 2019 ascendió a poco más de 5 mil millones de pesos, que sería prácticamente el pendiente que se concentra en la nómina magisterial, de manera que, sin recortes, en este 2020 el déficit aumentó por poco más de mil millones de pesos, bajo la lógica del titular de la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado.
¿Dónde pega?
El presupuesto deficitario que se proyectó, así como los recortes provenientes de la Federación, dijo, impactarán en diversos rubros, entre ellos seguridad, obras públicas y educación.
En lo que respecta al primer rubro antes citado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública disminuiría su presupuesto en un 32.79 por ciento, derivado de la extinción del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (FortaSeg), desde donde se atraían fondos federales para potenciar el blindaje de los municipios.
Para la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas existirá un recorte del 21 por cierto, que se traduce en mil 135 millones 838 mil 560 pesos que el estado no percibirá de participaciones federales, a través del Fondo para la Accesibilidad en el Transporte Público, del Fondo Metropolitano y del Fondo Regional.
En torno al impacto económico previsto para educación, Carlos Maldonado precisó que, “el Programa de Fortalecimiento de Instituciones de Educación de Tiempo Completo, que en el ejercicio 2020 se consideró de origen por un monto de 500 millones de pesos, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2021 no está considerado”, por lo que se anticipan complicaciones en el sector.
Lo que no se dice
El presupuesto deficitario y los recortes que existirán en 2021 se pretenden contrarrestar con un incremento del 291.8 por ciento sobre la inversión que el gobierno federal le destinará a Michoacán, con respecto a los recursos que se le inyectaron al estado en 2020, sobre rubros como educación, salud y obra pública.
De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, los programas y proyectos de inversión federales, considerados para Michoacán, pasarán de los 5 mil 95 millones de pesos ejercidos en 2020, a 6 mil 765 millones de pesos en 2021.
Con base a las definiciones presupuestales que se impulsaron para el estado a nivel federal, se destinarán 701.5 millones de pesos para el área de Comunicaciones y Transportes; 19.7 millones de pesos serán depositados para blindar el medio ambiente de Michoacán; 59.2 millones de pesos se le asignarán al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 162.9 millones de pesos irán orientados a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y 74.9 millones de pesos se ocuparán para el desarrollo del sector educativo en la entidad.
No obstante, el titular de la Secretaría de Finanzas justificó que las complicaciones previstas para Michoacán responderían a las repercusiones que desencadenó el COVID-19 sobre el esquema recaudatorio local, pero también responsabilizó al gobierno federal de no haber cumplido a cabalidad con algunos pendientes económicos, entre ellos los correspondientes al sector educativo, donde se concentra el mayor porcentaje del déficit que habrá de heredar quien arribe al Solio de Ocampo después de las elecciones de 2021.
