Por Héctor Tapia
Las diferencias al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han subido de tono, y podría costarle la presidencia a Octavio Ocampo Córdova.
Quienes pretenden “dar un albazo” son los perredistas afines al gobernador Silvano Aureoles Conejo, el origen tiene que ver con el control absoluto del partido, dado que el dirigente no se ha alineado del todo con dicha expresión.
Esto adelanta una ruptura entre los dos grupos mayoritarios de la expresión conocida como Foro Nuevo Sol, una liderada por los hermanos Conejo, Silvano Aureoles y su hermano Antonio García Conejo, y la otra que lidera el fiscal Adrián López Solís, quien es el “jefe político” de Ocampo Córdova.
Esta semana comenzaron las reuniones de grupos para ir delineando este tema, para lo cual, ha trascendido, el grupo afín a Silvano Aureoles, que se ha apoderado del partido en Michoacán, busca se realice una sesión del Consejo Estatal donde se plantearía este tema para dar un cambio en la dirigencia estatal.
Esta circunstancia ha puesto en alerta a los foristas afines al Fiscal, quienes pretenden no permitir esto.
La conformación del PRD Michoacán en el Consejo Estatal, está casi a cifras similares en cantidad de consejeros entre los foristas del ex gobernador y los foristas de López Solís; quienes agrupan alrededor de 35 consejeros políticos cada ala.
Aquí la fiel de la balanza es la expresión Nueva Izquierda, que agrupa otros 8 consejeros políticos aproximadamente, quienes tampoco están contentos con la expresión del ex gobernador, quien, a consideración de ellos, sigue en la actitud o postura como si siguiera siendo el gobernador del estado, y está arrastrando al partido.
A esto se le suma un aspecto fundamental: en días recientes se dio la disolución de la fracción parlamentaria del PRD en el Congreso local para sumarse con el PES, y otros legisladores que se han asumido como independientes, donde fue designado como coordinador Víctor Manríquez, quien renunció al partido del sol azteca luego de señalar que era un partido cerrado, y pese a esto y la crisis que provocó en el PRD, las diputadas perredistas se sometieron a sumarse a la nueva representación parlamentaria.
Esta jugada legislativa fue entendida como una orden de Silvano Aureoles para protegerse desde el Legislativo, y proteger a sus allegados, particularmente al Auditor Superior de Michoacán (ASM), a quien tienen bajo la lupa permanente por su evidente cercanía con el ex mandatario y los efectos en la fiscalización a las cuentas públicas de la administración pasada.
Esta representación parlamentaria, a costo de desaparecer al partido en el Congreso, fue entendida de esta forma, para hacer contrapeso y encarar a las fracciones afines a la llamada Cuarta Transformación (Morena, PT y Verde), y al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
El costo de esta decisión para el PRD fue alto, porque se mandó el mensaje de que se obedece más a la protección de quien les resta (Silvano Aureoles), y esto lo entendieron también así en la dirigencia nacional del mismo partido del sol azteca, donde Nueva Izquierda ha comenzado a externar su molestia.
Es decir, se anticipan más rupturas internas donde el causante es el ex gobernador que quiere hacer a su antojo al partido, arrastrando y disminuyendo al partido del sol azteca, dejándolo en una situación crítica para el momento en que se sienten con el PAN y el PRI para negociar las condiciones de la alianza que se anticipan tendrían en el 2024; esto aun cuando el PAN haya anunciado la ruptura con el PRD, dado que aún no se formaliza esta situación porque aún no son los tiempos.
En cuanto a la dirigencia estatal que preside Octavio Ocampo, de darse dicho consejo con esta finalidad, la intención de removerlo podría no prosperar dado que se advierte el reagrupamiento de los consejeros afines al fiscal en alianza con los consejeros afines a Nueva Izquierda, donde están actores como Antonio Soto Sánchez y Helder Valencia.
