De acuerdo con la SEE, la deserción se originó por diferentes motivos de carácter socioeconómico como falta de herramientas para responder a las clases virtuales que desencadenó la pandemia.
Alrededor de 600 millones de niños y adolescentes no cuentan con las condiciones adecuadas para tomar clases a distancia. Las escuelas deberían ser las “últimas en cerrar y las primeras en abrir” y los planteles de primaria y secundaria “no están entre las principales impulsoras de la transmisión”, subraya.
Cada centro educativo estableció horarios escalonados, y reducirán el número de estudiantes en los salones, clausurarán los bebederos y privilegiarán el agua embotellada. El uso de los cubrebocas será obligatorio.
Moctezuma aclaró que no en todos los estados se abrirán regularmente las clases, sino solo cuando hay semáforo verde; también dio a conocer los protocolos del regreso seguro.