Aristide, una figura tan carismática como polarizadora que recibió tratamiento en Cuba por un mal no especificado, regresa a un país donde se desbordan las tensiones al conocerse nuevos detalles del magnicidio del 7 de julio.
“Una revisión de nuestras bases de datos de entrenamiento indica que un pequeño número de los colombianos detenidos participaron en programas de educación militar en Estados Unidos cuando estaban activos en el ejército de su país”, dijo el vocero del Pentágono, Jonathan R. Hoffman.
Después de conocida esta información y de que se publicaran reportes sobre una supuesta reunión entre Intriago y el mandatario colombiano, Iván Duque, la presidencia de Colombia desacreditó dichos trascendidos.
Miami es considerado un histórico centro de encuentro de latinoamericanos volcados a la ultraderecha que están en contra de los gobiernos de sus países de origen.
“No estamos aún en ese punto”, respondió Mona Juul, representante permanente para Haití ante la ONU. En 2004, tras el golpe de Estado contra el gobierno del presidente Jean Bertrande Aristide, enviaron tropas a Puerto Príncipe porque se consideró que había amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
“Dijeron que eran traductores. El objetivo de los mercenarios era arrestar al presidente Moise por orden del juez de instrucción y no matarlo”, explicó el juez Clément Noel refiriéndose a las declaraciones.
El comando que asesinó al presidente de Haití lo integraban 26 colombianos y dos estadunidenses de origen haitiano. El ministro de Elecciones y Relaciones Interpartidos, Mathias Pierre, identificó como James Solages a uno de los haitiano-estadunidenses detenidos.
“Yo lo que tengo en Haití es un restaurante, no sé nada de política. Ahora mismo estoy triste porque mi esposo no pudo pasar para acá”, dijo a The Associated Press una comerciante dominicana en Haití al llegar a su país.
El presidente Moise murió baleado durante la madrugada en una incursión de un comando de hombres armados en su residencia, un ataque en el que también resultó herida su esposa Martine.
Moïse habría sido asesinado por siete sudamericanos contratados por una mafia local. La República Dominicana investiga una posible fuga hacia su territorio de los asesinos del presidente de Haití.