Las vacunas más utilizadas en los países occidentales todavía parecen ofrecer una fuerte protección contra la variante delta altamente contagiosa, identificada por primera vez en la India y que ahora se está propagando en más de 90 países.
La Organización Mundial de la Salud celebró esta noticia. El país asiático se colocó como el territorio número 40 en el mundo en erradicar esta enfermedad, de la cual no ha registrado ningún caso en los últimos cuatro años.
El director Europa de la OMS, Hans Kluge, en una rueda de prensa, en un momento en que el 30% de la población de la región ha recibido al menos una primera dosis de la vacuna anti COVID-19 y un 17% está totalmente vacunada.
El recurso será importante para financiar el envío de equipo quirúrgico de traumatología y contra el COVID-19 en la zona, donde desde hace casi dos semanas comenzó a escalar la violencia entre Israel contra Palestina.
La OMS señaló que el establecimiento de políticas para el uso de mascarillas depende en gran medida del contexto, y que hay que tener en cuenta distintas variables al respecto.
“Hay países que prefieren vacunar a gente joven y que no está en ninguna categoría de riesgo a costa de que otros países no puedan vacunar a sus trabajadores sanitarios y personas mayores…”, lamentó el titular de la OMS.
El grupo de expertos de la OMS y la ONU expresó que solo unos pocos países aprovecharon plenamente los datos que tenían para responder ante las pruebas de una epidemia emergente.
Lo más alarmante es que el fenómeno no ha retrocedido en los últimos diez años. Peor aún: se ha exacerbado durante los confinamientos ordenados por la pandemia de COVID-19.
La resolución redactada por el Reino Unido patrocinada por 110 países, pide a todos los Estados miembros el acceso equitativo a las vacunas, incluidas las zonas en conflicto.