“Si la OMS reconoce y acredita una vacuna, todos los países debemos hacerlo, no unos sí y otros no por razones de otro tipo, y abstenernos de no meter la política con las vacunas porque es muy mala idea”, subrayó Marcelo Ebrard.
La Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea solicitaron a las farmacéuticas Pfizer y BioNTech esperar a tener datos científicos que justifiquen su utilidad antes de dar luz verde a la aplicación de una tercera dosis de su vacuna contra COVID-19.
El reporte detalla que las muertes incrementaron en todas las regiones, pero más en América, con 29%, y en el sudeste de Asia, con 30%. En Europa las muertes se mantuvieron en cifras similares.
China combate la teoría de que el COVID-19 se originó en uno de sus laboratorios, en especial, el Instituto de Virología de Wuhan. Por otro lado, las autoridades y medios de comunicación chinos acusan regularmente al laboratorio de Fort Detrick, en Estados Unidos, como fuente del virus.
La Organización Mundial de la Salud calcula que si 11 países ricos o de ingresos medios dan una tercera dosis a su población, harían falta 800 millones de dosis adicionales.
“La ciencia ha funcionado bien. Ahora debemos centrar nuestra atención en el acceso a ella”, dijo en un comunicado la doctora líder en gestión clínica de emergencias sanitarias de la OMS, Janet Díaz.