La noticia trascendió hoy y de
inmediato se convirtió en el comentario obligado en todo el mundo: los voluntarios que recibieron la vacuna rusa contra COVID-19 desarrollaron inmunidad y ninguno presentó síntomas adversos. En resumen: Rusia encontró la cura para el COVID-19.
Una vacuna desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca ha logrado generar una respuesta inmunitaria potente en los más de mil voluntarios que han participado en un primer ensayo clínico.