El gobierno ruso advirtió que, de no hacerlo, cortará el suministro, aunque aclaró que no suspenderá suministro de gas desde hoy, ya que los pagos de las entregas que vencen después del 1 de abril se dan en la segunda mitad de abril y en mayo.
Según la encuesta publicada hoy por el instituto ruso independiente Levada, con respecto a datos presentados en febrero, alrededor del 83% de los rusos aprueba las acciones del presidente de Rusia.
Luego de más de 200 intentos desde 1882, el gobierno estadounidense pudo plasmar esta ley para castigar esta modalidad de asesinato no había sido penalizada. Se cree que de esa fecha a 1968 ocurrieron seis mil 500 linchamientos. El 99% quedó impune.
El presidente de Estados Unidos convivió con refugiados ucranianos en Varsovia, donde se le preguntó su opinión acerca de su homólogo ruso. Anteriormente se refirió a él como “criminal de guerra”.
El embajador de Rusia, Víktor Koronelli, “que estaba aquí ayer, haciendo un ruido que México y Rusia estaban tan cercanos. Eso, perdón, nunca puede pasar. Nunca puede pasar”, dijo el diplomático durante una reunión del Grupo de Amistad México–Estados Unidos.
El canciller mexicano participó en el Foro de Negocios México-Arabia Saudita, convocado por el Consejo de la Federación de Cámaras de esta nación, durante su segundo día de actividades por Medio Oriente.
El proyecto plantea que Rusia cese su incursión militar, permita la salida segura de desplazados y el ingreso de ayuda humanitaria; se garantice el respeto a la infraestructura civil como hospitales, centros de salud, escuelas e instalaciones eléctricas y de distribución de agua potable.
Durante dos semanas, México y Francia han trabajado en el proyecto de resolución, el cual exige a las tropas rusas detener sus ataques para que ingrese ayuda humanitaria. “Nos han contactado un gran número de Estados miembros que han expresado su interés en participar en este esfuerzo”, dijo el embajador mexicano Juan Ramón de la Fuente.
Aunque Moscú y Kiev aseguraron que habían avanzado en los términos del acuerdo, los funcionarios ucranianos siguen siendo escépticos de que el presidente ruso, Vladimir Putin, esté realmente comprometido con la paz.