Presidenciables, legisladores de Morena y de partidos aliados llegaron a Palacio Nacional convocados por López Obrador en agradecimiento por aprobar el llamado plan B a la reforma electoral. El senador Ricardo Monreal no fue considerado porque votó en contra.
Con 269 votos a favor, 217 en contra y cero abstenciones, los diputados aprobaron en lo general y lo no reservado, del proyecto de decreto que reforma, en el que eliminaron lo referente a candidaturas comunes y la distribución de votos.
Ahora se desarrolla la discusión de la ley en lo particular, debido a que fueron presentadas mil 244 reservas, eso significa que casi los 500 artículos de las seis leyes tienen propuestas de cambio.
En su cuenta de Twitter, el mandatario resaltó que “el derecho al autogobierno de las comunidades indígenas se sustenta en tratados internacionales” y que Michoacán “ha logrado un avance sustantivo en la legislación en favor de pueblos originarios”.
En un comunicado, los consejeros subrayan que “la democracia vive momentos cruciales” ante una reforma que “podría trastocar profundamente el sistema electoral que México ha construido y perfeccionado durante más de tres décadas”.
El tema, dijo el legislador, “no es el costo” del INE o compactarlo, sino la influencia del crimen organizado en los procesos electorales. “Es el único tema que tendríamos que estar discutiendo con seriedad”, enfatizó el presidente de la Cámara de Diputados
“No quiero pelear con el presidente [Andrés Manuel López Obrador] y no quiero que este sector de Morena, por defender la Constitución, me acuse de traidor”, dijo el senador, y agregó que las inconsistencias del paquete “no pueden pasar”.
El legislador calificó de positivo la aprobación de las leyes secundarias en materia electoral y lamentó que el alcalde de Morelia esté adelantando los tiempos electorales y no se dedique a gobernar.
“A nadie le hace daño que se discuta el contenido de una reforma tan profunda, son cerca de 450 artículos los que están tratando de modificarse”, remarcó el senador morenista.
Con la aprobación de Ley Electoral, o Plan B, dijo el presidente, sí se redujo el gasto del INE, logrando un ahorro como de 3 mil 500 millones de pesos. “Con la reforma a la Constitución hubiese llegado hasta los 15 mil millones de pesos”, afirmó.