Metapolítica
Morelia, Michoacán.- No solo en México la corrupción es una característica de la clase política de primer nivel. Uno de los asesores en su momento más cercanos al presidente de Estados Unidos, Steve Bannon, está hoy acusado de defraudar a cientos de donantes durante una campaña de recaudación.
La razón: un millonario fraude en la campaña de recaudación de fondos del muro en la frontera con México.
Atrás quedaron los tiempos en que el muro parecía ser el más poderoso lema de campaña de Trump. Junto a Bannon fueron arrestadas e imputadas otras tres personas, también coludidas en la iniciativa “We Build the Wall” (“Nosotros construimos el muro”, en inglés). En su momento lograron recaudar casi 25 millones de dólares para levantar la obra de forma privada.
La razón: un millonario fraude en la campaña de recaudación de fondos del muro en la frontera con México.
El propio Trump aseguró más de una vez que ningún centavo recaudado iría a parar a los bolsillos del fundador de la campaña, Brian Kolfage, un veterano de la Fuerza Aérea.
No fue así.
“No solo mintieron a los donantes, también armaron un esquema para esconder el desvío al crear facturas falsas y cuentas para lavar dinero y ocultar sus crímenes”, destacó el inspector Phillip Bartlett.
Pero, ¿quién es Steve Bannon?
Se trata de una de las figuras del movimiento “alt right” en Estados Unidos. Conservador y de la ultraderecha, ocupaba un lugar estratégico en la campaña electoral de Trump. Fue el ideólogo de la política de “Estados Unidos primero” y la línea antimigratoria.
Pero no duró mucho: cayó en desgracia en el primer año del gobierno, en medio de un enfrentamiento con Jared Kushner, yerno del presidente.
Según reporta el diario El País, “Bannon es un personaje clave en el auge de la derecha populista en los últimos años. Fue uno de los fundadores de la web de noticias Breitbart News, en 2007, que él mismo definió como una plataforma de la derecha alternativa, ese movimiento de extrema derecha y nacionalismo blanco que contribuyó a llevar a Donald Trump a la Casa Blanca”.
También afirma que estuvo en el consejo de Cambridge Analytica, “la turbia compañía implicada en el escándalo de recolección de datos de Facebook para fines electorales, que desplegó sus controvertidas técnicas en la campaña del Brexit, en el Reino Unido, y en la republicana de 2016. En mayo de ese año fue nombrado jefe de la campaña de Trump y, cuando este llegó a la Casa Blanca, le nombró estratega jefe de su Administración”.
Finalmente, “fue despedido en agosto de 2017, y contó el caos de aquellos primeros meses de la Casa Blanca de Trump en el libro de Michael Wolff Fuego y furia. Desde entonces, ha prestado su apoyo a candidatos conservadores que desafían al establishment republicano en Estados Unidos, y trató, sin tanto éxito como en su país, de organizar un movimiento populista de derechas cohesionado por Europa”.
Pero la relación es inevitable. El propio Trump se mostró “triste” por la detención de Bannon, aunque se desmarcó de la campaña privada para construir el muro en la frontera con México.
Y pese al desmarque, no es una buena noticia. Con este ya suman siete los cercanos a Trump requeridos por la justicia estadounidense. Antes fueron imputados o declarados culpables el cabildero republicano Roger Stone, el ex abogado Michael Cohen, el ex jefe de campaña Paul Manafort y su socio Rick Gates, el ex asesor de campaña George Papadopoulos y el ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.
La relación es inevitable. El propio Trump se mostró “triste” por la detención de Bannon, aunque se desmarcó de la campaña privada para construir el muro en la frontera con México.
Un balde de agua fría para el Partido Republicano, y que parece apuntalar aún más la campaña de Joe Biden hacia la Presidencia.