La decisión fue tomada en un consejo estatal encabezado por el gobernador Omar Fayad, luego de que el domingo 15 de agosto la entidad registró 505 contagios de COVID-19.
La encuesta será aplicada desde este lunes y hasta el sábado 21 de agosto; el 25 de agosto se darán a conocer los resultados. La idea, dijeron, es tomar en cuenta la opinión de los padres en torno al llamado de la SEP al regreso presencial de clases.
Especialistas de la Universidad Iberoamericana señalan que, a más de año y medio de la pandemia por coronavirus en México “y con la reactivación de diversos espacios y actividades, entre ellas, el regreso a clases con un modelo presencial o híbrido”, el cuidado de la salud mental es de mayor importancia.
La encuesta reveló que el 58.6% de los padres de familia abordados coincidió en que el regreso a clases derivaría en que se propague de manera masiva el Covid-19.
“Hay como una postura a que no haya clases”, lamentó el presidente, “no sé si consciente o inconscientemente, de manera deliberada, por intereses o por desconocimiento del daño que se causa al no tener clases presenciales”.
En ambos casos la decisión se debe al retroceso en el semáforo epidemiológico dispuesto por la Federación para analizar la realidad de la pandemia en cada estado.
Cada centro educativo estableció horarios escalonados, y reducirán el número de estudiantes en los salones, clausurarán los bebederos y privilegiarán el agua embotellada. El uso de los cubrebocas será obligatorio.
Una vez terminada la vacunación en adultos mayores se aplicará de inmediato a los maestros y trabajadores de la educación para poder regresar a clases presenciales, dijo el presidente.
“No estoy prohibiendo”, aclaró. “Cada gobierno puede tomar sus decisiones. La instrucción de SEP es que se respete la decisión de padres de familia, maestros y directivos de escuelas”.