Lo más alarmante es que el fenómeno no ha retrocedido en los últimos diez años. Peor aún: se ha exacerbado durante los confinamientos ordenados por la pandemia de COVID-19.
Según un informe reciente de la Alianza People's Vaccine, la mayoría de los países en desarrollo no han podido administrar ni una sola dosis; los países ricos vacunan al ritmo de una persona por segundo.
AMLO respondió a sus críticos admitiendo que mantener la flota requiere de un gran gasto, pero que usarlos habría triplicado el costo y afectado más las finanzas públicas.
“Nunca habíamos visto una división tan profunda que afectase a tantos en tan poco tiempo. Urge revertir la injusticia que se está cometiendo, ya que de ello depende la seguridad de toda la humanidad”, dijo Ebrard.
El canciller Marcelo Ebrard detalló que por instrucción del presidente, la postura de México se presentará mañana mismo ante el Consejo de Seguridad del organismo.
El motivo es un pedido de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para llevar esas dosis a países más pobres, según dio a conocer el propio presidente Andrés Manuel López Obrador.
La ONU recordó que en muchos países de AL en donde no se ha legalizado la medida se discrimina a mujeres y niñas que viven en la pobreza y no pueden viajar al extranjero o pagar un procedimiento seguro.
Entre febrero y julio de este año los países de ingresos altos desembolsaron 10,8 billones de dólares en sus respuestas al COVID-19. Casi 90% se gastó en estímulos a empresas.
“Le pregunto a la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, como especialista en Derecho, ¿puedo indultarlo? Porque si es así, lo hago hoy mismo”, dijo AMLO.
En septiembre de este año la empresa de paquetería DHL, la mayor a nivel mundial en su rubro, alertó respecto de la “pesadilla logística” que requeriría la distribución y almacenamiento de las vacunas. Una realidad que obliga a millones de seres humanos en el mundo a seguir teniendo paciencia.