Nicholas Palmeri, supervisor de docenas de agentes en México, América Central y Canadá, fue destituido a un año de ser director regional de la DEA. Su caso se suma al de otros al interior de la DEA precisamente por conductas consideradas como inapropiadas.
“Creo que la directora de la DEA [Anne Milgram] hizo una declaración y eso fue lo que originó la versión de que habían participado, y la información que me transmitió el almirante [José Rafael Ojeda Durán] fue en el sentido de que no hubo esa participación”, comentó el mandatario.
“Son 12 visas las que están pendientes y son para agentes nuevos que reemplazarán a los 12 que operaban en México, la aprobación depende de la reciprocidad de Estados Unidos”, son las palabras que dijo un alto funcionario de la SRE entrevistado por el semanario Proceso.
El gobernador de Tamaulipas desmintió los dichos del columnista de El Universal, Salvador García Soto, en el que lo señala de haberse reunido con agentes de la DEA y acusar a José Ramón López Beltrán de estar vinculado con el huachicoleo y contrabando de gasolinas.
Un representante dijo que la DEA está al tanto de los informes de que los involucrados en el complot de asesinato gritaron el nombre de la organización durante el ataque. "Estas personas no actuaban en nombre de la DEA", dijo.
Los asesinos del presidente de Haití se identificaron como agentes de la Administración de Control de Drogas, pero el embajador de ese país en Estados Unidos, Bochhit Edmond, considera que no es es el caso.
Se trata de 153 personas identificadas como parte de los cárteles Jalisco Nueva Generación, los Caballeros Templarios, la Familia Michoacana, los Viagra, Cárteles Unidos y el Independiente identificado como una célula de “Los Beltrán Leyva”, que la Administración de Control de Drogas (DEA) los cataloga como la mayor amenaza criminal para Estados Unidos.
“Su nombre aparece en numerosas ocasiones y en varias páginas de los expedientes de la investigación abierta del caso Camarena. Si ingresa a Estados Unidos sería detenido para ser interrogado al respecto”, señala un funcionario de EU según a revista.
Se trata de un nuevo capítulo del desencuentro que generó el caso Cienfuegos entre ambos países. Un desencuentro que al parecer hasta ahora sigue vigente, y que tendría afectaciones directas para ambos.
“Estados Unidos sabe que no se puede poner en entredicho la credibilidad de un gobierno. Ellos no aceptarían eso, y tampoco nosotros”, dijo el presidente.