El mandatario dijo que si la Cumbre de las Américas es un fracaso, los responsables serán los del partido demócrata de Estados Unidos por mantener una postura de cerrazón, y acusó presiones para que Joe Biden continuara una política de exclusión de países.
“Tenemos que prohibir las armas de asalto y los cartuchos de alta capacidad”, dijo. También pidió promulgar nuevas leyes de “bandera roja” que impidan vender armas a quienes tengan antecedentes penales y proporcionar más servicios de salud mental.
“Se está tomando en cuenta el punto de vista de México sobre la invitación a Cuba y otros países, pero las invitaciones son prerrogativa del país anfitrión”, reveló el asesor estadounidense, Juan Gonzalez.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que “desde el gobierno del presidente Trump se ofrecieron los 4 mil millones de dólares y hasta ahora no han aprobado en el Congreso (de Estados Unidos) nada”.
El mandatario dijo que no ha recibido respuesta de parte del Gobierno de Estados Unidos a su planteamiento de invitar a todos los países del continente para asistir a la Cumbre de las Américas, pero entiende que el presidente Joe Biden está ocupado con el tema de la masacre en Texas.
Ken Paxton dijo que es imposible tener un policía en cada escuela de Estados Unidos, por lo que propone “tener un punto controlado de entrada a la escuela, y potencialmente entrenar a maestros y personal administrativo en el uso de armas y que estén armados”.
En una carta, los legisladores republicanos y demócratas le dicen al presidente de Estados Unidos que la acciones del gobierno de López Obrador “amenazan con socavar la confianza de las empresas estadounidenses en México como un mercado viable y predecible y destino para la inversión”.
El presidente mexicano mantuvo su postura de no asistir a la Cumbre de las Américas si no se invita a Cuba, Venezuela y Nicaragua, y rechazó que el hecho de que otros gobiernos se unan a esa idea sea tomada por el Gobierno de Estados Unidos como un intento de sabotaje.
López Obrador subrayó que si hay oportunidades de trabajo en Centroamérica, “se reduce mucho el flujo migratorio”, y que no se trata sólo de aplicar “medidas coercitivas” como se resolverá el problema, por eso solicitó apoyo financiero para la región.
López Obrador dijo que habló con el presidente Joe Biden sobre migración. “Él coincide en que hay que atender las causas, lo que nosotros hemos venido planteando, que tiene que haber programas para el desarrollo en Centroamérica, que se debe de ayudar a los gobiernos centroamericanos”, reveló.