El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que la acusación la extiende a otros 24 miembros del Cártel de Sinaloa y a compañías chinas que proporcionan precursores para fabricar la droga.
Si García Luna declara, dijo el presidente, “sería muy bueno porque tendría que decir qué vínculos estableció con autoridades de más alto nivel y también qué relación [estableció] con agencias y con funcionarios de gobierno de Estados Unidos”.
El mexicano minimizó las palabras del estadounidense, quien compareció ante un subcomité del Comité de Apropiaciones del Senado donde fue interrogado por el senador republicano Lindsey Graham, quien insistió al cuestionarlo sobre el poder del narco en México.
El secretario de Estado durante el gobierno de Donald Trump publicó un amplio artículo criticando la política antidroga del presidente López Obrador, en el que llamó a “que Estados Unidos declare la guerra a los cárteles de la droga”. “Sabemos dónde están” los cárteles, dijo.
“La realidad es que existe violencia en México y en los Estados Unidos, y tenemos que trabajar en todo esto como socios reconociendo que hay problemas en lugares en México y lugares de Estados Unidos también”, dijo el embajador estadounidense.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que cooperará con Estados Unidos para evitar el trasiego de droga por la frontera desde México, “pero que no se malinterprete”. Cooperación, ayuda mutua, “pero no someternos, ¡y menos a estrategias fallidas!”, exclamó.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario mostró el video de la declaración del dirigente panista Marko Cortés, con la que rechaza que hubiera otro contrato. “¿A qué se decicaba García Luna entonces? ¿A recursos humanos?”, cuestionó el presidente.
“Sí hay un contrato que hizo Acción Nacional, de [hace] más de ocho años de prestación de servicios, para el área de recursos humanos. Tal cual así se reportó (…) no existe ningún otro contrato con ninguna empresa de García Luna”, aseguró el dirigente nacional del PAN.
Lo ideal, dijo el dirigente Guillermo Valencia, es que las autoridades mexicanas ejercieran control en el país contra grupos criminales; sin embargo, “nos tienen atados de manos”. “Los únicos que combaten al crimen organizado son los militares (…) la Guardia Nacional nada más está de adorno”, añadió.
“Lo juzga un tribunal en Estados Unidos y dice Calderón: ‘No les creo, no hay pruebas’. Ojalá y pudiese él ayudar y explicar qué es lo que hacía García Luna en su gobierno, por qué considera de que no hay pruebas”, reprochó con sorna el mandatario.